Señales de Autismo

Señales de Autismo – Cuando buscas en Internet cuáles son las señales de autismo a buscar en un niño puedes encontrar muchísima información. La mayoría de páginas tienen las mismas señales, variando muy poco entre ellas, pero una cosa es importante antes de leerlas y es que NO todos los niños tienen todas las señales ni manifiestan las señales del mismo modo.

Sobre todo en casos de autismo leve. Un bebe muy pequeño puede tener uno o dos signos muy evidentes y preocupantes para los padres, y los demás no, o ir desarrollándolos con el tiempo. Algunos niños no tienen signos en sus primeros años, o no son tan evidentes, y es luego cuando nos damos cuenta.

En definitiva, hay que tener en cuenta que estas listas son orientativas para los padres, y no hay que obsesionarse con ellas. Cuando se observan conductas que nos parezcan anómalas en un niño, lo mejor es buscar un profesional antes de recurrir a Internet pues a veces terminamos más liados y preocupados de lo que deberíamos (o no deberíamos).

Os dejo un EJEMPLO de lo que NOSOTROS podíamos o no observar en nuestro peque, al que diagnosticaron con 5 años y que tenía unos rasgos muy claros, pero otros completamente nulos ni los ha tenido nunca:

Evasión de la Mirada. Siempre cuento que cuando me puse a mi niño recién nacido al pecho en vez de mirar de frente puso los ojos en el rabillo. Siempre evitaba el contacto visual, desde que nació. Cuando fue creciendo ha seguido con este rasgo, aunque ahora puede llegar a mirarte, incluso a hablarte a la cara, pero enseguida sus ojos se ladearán y mirará hacia un lado con los ojos aunque esté de frente.

No reacciona cuando lo llaman. Este rasgo era muy evidente cuando era pequeño, había que llamarlo varias veces, alzarle la voz de forma contundente o ponerse delante de su cara para que reaccionara. Ahora suele contestar más fácilmente, dependiendo de la actividad que realice lo hará a la primera, o la quinta vez que se le nombre.

No señala objetos de su interés. Mi hijo señalaba, pero tardo mucho en hacerlo con el dedo (que es como siempre preguntan en pediatría). Emitía un «Ahhh» mirando a un objeto, o me llevaba mi propia mano para hacerlo. Luego pasó a alargar la mano, abrirla y cerrarla. Y finalmente a señalar, pero por aprendizaje, pues le enseñamos a usar el dedo para hacerlo.

No juega con situaciones imaginarias. En este rasgo nunca vimos nada anormal. Siempre jugó con imaginación, con juego simbólico y de forma normal con los juguetes, cocinitas o muñecos.

Juega solo. Mi hijo nunca ha jugado solo cuando hay más niños. Al contrario, siempre ha buscado compañía, y cuando tiene un niño cerca siempre se le acerca para jugar, aunque sea a su forma.

Tiene dificultad para expresar sentimientos. Tampoco he visto este rasgo. Si alguna dificultad tenía era verbal, pero siempre ha expresado, y reconocido, sentimientos.

Tiene retrasos en el lenguaje y habla. Pues sí, tardo en hablar, y en entender, y cuando empezó no lo hacía como el resto de niños de su edad. Hasta los 3 años y medio no hablaba con más de dos palabras juntas. Pero a partir de esa edad ha avanzado mucho. Ahora empieza con un lenguaje superformal, con palabras muy largas y frases complejas.

Se irrita fácil por cambios mínimos. Yo soy una persona de rutinas, de rutinas muy fijas, por lo que creo que este rasgo lo ha mostrado pocas veces. Si es verdad que de pequeño podía tener explosiones por cosas muy simples, pero no es un rasgo que lo haya caracterizado de pequeño.

Pueden evitar el contacto corporal. Muy al contrario, mi niño siempre está pegado de alguna forma a nosotros. De pequeño le gustaba dormirse abrazado. Y ahora cuando me lo siento junto a mí, o lo acuesto conmigo tiene que tener al menos una pierna o un costado pegado a mi cuerpo. Le gustan los abrazos, los besos y las caricias.

Presentan movimientos extraños: aleteos de brazos, caminar de puntillas, giros de ojos, agitar los dedos, echar la cabeza hacia atrás… Mi niño presenta un pequeño aleteo, que puede llegar a ser muy evidente en momentos de nervios o excitación. Andaba de puntillas los primeros años de su vida, pero ahora es muy raro verlo hacerlo. Corría con los ojos girados, mirando las paredes mientras corría. Y aun ahora comienza a girar sobre sí mismo sin marearse.

Muestren una sensibilidad anómala a alguna entrada sensorial (luces, sonidos, texturas). En esto también tenemos de todo. Tiene sensibilidad por los sonidos fuertes, los sitios ruidosos, los lugares con muchas conversaciones, los televisores o radios fuertes, o las personas que hablan alto. Le molestan algunas texturas, por ejemplo la arena de la playa no le gusta en las manos, aunque en los pies se acostumbró. También con algunas texturas en alimentos, como el huevo, los flanes, o las comidas con más de una textura.

Muestran insensibilidad al dolor o, por el contrario, una sensibilidad exagerada. Siempre ha sido duro con el dolor, puede darse un golpe y no mostrar gesto alguno. Si tiene sensibilidad, pero con un umbral alto.

No reaccionan, muestran miedo extremo o fascinación exagerada por determinados sonidos: En nuestro caso, es miedo o reacción a ciertos sonidos. La batidora no le gusta, ni la olla exprés, ni el secador de pelo, etc. Los cohetes, los ruidos altos pueden darle miedo. Por ejemplo, se tapa las orejas cuando se acerca un autobús.

No imitan y tienen dificultades para entender los gestos de otras personas. Esto nunca lo he observado en él. Los gestos más simples, o expresiones las ha entendido desde pequeño. Es ahora, más mayor, cuando le cuesta las cosas más complejas en la relación con los demás.

Muestran fascinación por objetos que giran, por determinadas superficies y efectos: De pequeño su juego parecía normal, tenía sus manías como girar los coches para hacer girar las ruedas, o entretenerse girando una de las ruedas de su carrito de bebé. No le dimos importancia, pues muchos niños lo hacen.

Interés exagerado por temas muy concretos: Aún es pequeño, con 6 años casi todos los niños se obsesionan con unos u otros dibujos o temas, pero si es verdad que tiene sus intereses muy definidos y puede llegar a ser obsesivo. Cuando le dio por los Barcos era insaciable, vídeos, películas, juguetes, dibujos… Sabía la diferencia entre el Titanic, el Poseidón, el Queen Mary y datos nos dejaban boquiabiertos a los demás. Podía hablar y hablar de barcos sin cansarse.

Capacidades excepcionales en matemáticas, música, memoria. Aunque sabemos que tiene una inteligencia alta, no es excepcional en ningún tema, que sepamos.

Tienen con frecuencia rabietas y berrinches ante situaciones que nos cuesta entender o sin motivo aparente. No es un niño que sea de berrinches. En casa al menos suele ser tranquilo, y no tenemos situaciones como estas. Pero si es verdad que, a veces, por una falta de entendimiento o por no entender bien una situación puede llegar a entrar en bucle, y enfadarse por algo que no debería.

Pueden presentar risas exageradas sin motivo aparente. Pues si, a veces se ríe de cosas que no son graciosas. Mi niño no entiende el humor. Aunque le hemos enseñado a contar algunos chistes, no los entiende muy bien. A veces se ríe por cosas que no son de risa, y las cómicas no las entiende. Las ironías, los dobles sentidos no los entiende.

Tienen problemas para compartir lo que están haciendo o sus vivencias. Es prácticamente imposible que nos cuente lo que hace o no en el colegio. Para sacarle información hay que hacerle un interrogatorio a fondo, sacarle las cositas con mucho esfuerzo.

Problemas con el sueño. En esto nada de nada. Duerme cuando le toca y nunca ha tenido problemas de sueño, o para dormirse.

Tiene problemas de conducta. Puede ser muy reticente, rebelde o demasiado activo. Mi niño tiene genio, y mucho. Pero también lo tienen en mi familia, y no es señal de nada. Hay veces que no se sabe si su genio es por carácter, o por su autismo, depende de qué lo cause. Puede llegar a llorar de forma exagerada solo porque un niño no quiere jugar con él, o ser desobediente cuando quiere salirse con la suya. Pero ¿Dónde empieza una conducta «normal» y la «no normal»? Me es difícil decirlo siendo tan pequeño.

Hay más señales, depende de la edad de la que se hable. Pero más o menos esas son muchas de las más importantes. Pero recordad, esto no es una guía de diagnóstico, sino un ejemplo de lo que nosotros observamos en nuestro propio peque antes de los 5 años.

Ahora tiene 14 y es completamente distinto.